Thursday, May 28, 2009

Pero sin cera, por favor

Hace algunos meses mi mamá me contó sobre una pequeña historia acerca de la palabra "sincera". No tengo idea si la historia es real pero ya que se me hizo tan bonita, deseo recordarla. Según esta historia la palabra viene de unos talleres donde se hacian estatuillas. Estas estatuillas eran hechas de piedra pero cuando se rompía alguna parte de ellas los trabajadores o escultores le ponían cera para reparar el daño o para cubrir alguna imperfección. Algunos clientes sabiendo del truco de la cera, pedían sus estatuas y terminaba diciendo "pero sin cera, por favor". Así en nuestros días necesitamos personas sinceras, que no traten de ocultar quien son en realidad. Personas honestas es lo que necesitamos y sobre todo honestas consigo mismas.

Sin cera, por favor.

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